jueves, 31 de agosto de 2006

Cosa fina....

5 blogs recomendados

"El BlogDay es el día de los blogueros, ha sido creado para que los blogueros conozcan otros blogueros, de otros países y de otros centros de interés. El 31 de agosto es el día en el que los blogueros dan a conocer otros autores. Así de sencillo. Toda la jornada del 31 de agosto, los blogueros en el mundo entero postearán un artículo recomendando cinco nuevos blogs, preferentemente blogs diferentes a su propia cultura, punto de vista y posición. Así, ese día, el 31 de agosto, los lectores descubrirán otros autores alejados de su entorno habitual. Es un día para descubrir nuevos blogueros y nuevas experiencias."


Ahí voy yo:


martes, 8 de agosto de 2006

Por si no te has enterado

Como ya sabeis, las habladurías , junto con el garrafón, son una de las lacras a erradicar en nuestra sociedad.

Por ello, vais a conocer de primera mano la historia del chaval al que dejaron dormido en la plaza de toros de Iscar y se volvió andando hasta Pedrajas. Ese chico es el que escribe, Carlos. Y la historia es la que sigue:


El chico al que sus amigos dejaron dormido en
la plaza de toros de Iscar y se volvió andando hasta Pedrajas

Pues ná, que este finde nos juntamos cuarenta y la madre y fuimos a ver a Garci, que llevábamos mucho tiempo sin verle. Una excusa perfecta para contar a tu madre. La realidad es esta: Pedrajas: menos de 2 euros el cubata. ¿Quién da más?

En realidad no éramos cuarenta y la madre, sino once personas. Virginia, Paloma, Laura, Sandra, Chus, Benji, Juan, Josu, Jacob, Manoli y yo. Unos llegaron el viernes y se pillaron tal intoxicación que aún hoy están pagando las consecuencias. O eso supongo. Otros llegaron con normalidad, salvo algún mareo que otro. Otros fueron sin avisar para dar una sorpresa. Wow!. Otros tardaron tres horas y pico cuando lo normal no llega a hora y tres cuartos. Falta de previsión, confusiones, litronas y cachondeo son los ingredientes para tal actuación.

A las ocho ya estábamos en Pedrajas, de cervezas. A las nueve cambiamos por los raspaos*. A las diez y algo fuimos a cenar y vino Garci con un resacón de espanto. A las doce y pico fuimos al pueblo de al lado, Iscar. Eran las fiestas. Hacía biruji, menos mal que me llevé una chaqueta. Fuimos a una calle que estaba petada de gente. Y eso que era pronto. Una sucesiva ráfaga de cubatas ahuyentó ciertos síntomas de adormecimiento. Y fuimos al Oasis. Al principio parecía el típicio chiringo fiestero-pueblerino, y que la cantidad de gente era comparable a la de las fiestas de Esquivias, por ejemplo. Ni de coña. Había gente por todos sitios. El chiringo se convirtió en macro-discoteca. Nos separamos. Volvimos a juntarnos. Nos separamos.

Varias horas sin recordar nada hasta que mi cerebro vuelve a funcionar, y se encuentra junto con Josu en la charanga* más divertida en la que he estado nunca. Unos cracks de Gijón. Fíjate si estuvo bien, que no había bebida y aún así la gente bailaba como loca. Es verdad.

Ya eran casi las diez de la mañana o así, y pasamos por delante del Oasis. No dábamos crédito a lo que estábamos viendo. La discoteca seguía llena. Musiquita house-mañanera. Pedimos un cubata y.... ¡Chus y Benji! Na, que hemos ido al hostal y hemos dicho, vamos a Iscar otra vez. Pues muy bien.

Cierran el garito porque empieza el encierro. Vamos para allá. La calle llena de gente. Llegamos a la curva antes de entrar en la plaza. Mejor dentro para ver los recortes. Vale. Me siento, y todavía me da tiempo a pensar. Qué guay, con lo que me gustan los recortes. Nada más.

Vuelvo a abrir los ojos. El sol se cierne sobre mi cabeza. Aturdido, miro a mi alrededor. Nadie. Tampoco están ni Josu, ni Chus, ni Benji. ¿Los habrá pasado algo?

Llevo la chaqueta puesta. Mi manga izquierda está totalmente mojada. Estoy solo. ¿Y estos? Salgo de la plaza y comienzo a vagar por el pueblo. Por supuesto, no tengo móvil. Camino hasta que, tras preguntar infructuosamente por una cabina varias veces (habría que verme), entro en un bar. Dentro del establecimiento, parecía que no había fiestas. Mucha decadencia. Viejunos jugando a la tragaperras, otros mirando al fondo de un copazo de Magno...

Localizo un teléfono, y comienzo mi particular partida. Echo un euro. Marco teléfono. Traga moneda. Echo un euro. Marco teléfono. Comunica teléfono. Echo un euro. Marco teléfono. Traga moneda. Echo un euro. Marco teléfono. Comunica teléfono. Echo un euro. Marco teléfono. Traga moneda. Echo un euro. Marco teléfono. Comunica teléfono. Echo un euro. Marco teléfono. Traga moneda. Echo un euro. Marco teléfono. Comunica teléfono. Así más veces. El camarero me mira mal, pero yo le gano. Me acabo el botijo y salgo para fuera.

Y cuando salgo del bar es cuando me lo planteo. Algo malo he hecho. Y tengo que pagar por ello. Mi penitencia empieza a tomar forma. Vuelvo sobre mis pasos. Recorro las calles del encierro. Por los garitos. El Oasis sigue petado. Me encantan las fiestas de Iscar. Llego al recinto ferial, donde habíamos aparcado. Y veo la carretera.

Desde Pedrajas hasta Iscar hay unos tres-cuatro kilómetros, siguiendo la antigua carretera. Ahora han hecho una circunvalación, de unos seis kilómetros. Debido a mi estado, decido no jugármela, y tomo el camino que me conozco. Sí, señora, cogí el más largo. Me anudo la chaqueta a la cabeza para que el sol no me abrase lo poco que me queda de cerebro, y tiro. Anda que te anda, anda que te anda. Como el camino es recto, me da tiempo a echar alguna cabezadita que otra. Una horita. A la una y media llego al comienzo de Pedrajas, y justamente Garci pasa con el coche. ¿Dónde vas a estas horas, galán? Na, ya te contaré. Espera que voy a la nave a hacer unas cosas y ahora te llevo al hostal. Vale. Imprimimos unas hojas para el partido Valladolid B - Real Madrid C, y me lleva al hostal.

Y esto es todo amiguitos. La versión más completa, y creo que la más verídica de las que vais a escuchar acerca de esta tragicomedia. Se aceptan correcciones, críticas, y vaciles.


* raspao: bebida no isotónica consistente en un poco menos que un cubata, y la mitad de un refresco, pero que realmente vale la pena porque te sale por un euro y medio o así, y te lo bebes como si nada y te pillas una chispa que no veas.

* charanga: en lenguaje toledano, diana floreada.

miércoles, 2 de agosto de 2006

Marina Alfons

El pasado finde fuimos a Oropesa. A Marina D'or, ciudad de vacaciones. Comprobamos in situ lo más ejemplar de la especulación urbanística: una playa de piedras y rocas, y luego venga bloques y bloques. Más que bloques parecían colmenas de abejas. En fin...


Son las 10 de la mañana, pero como si fueran las 10 de la noche.

Ni fuimos a Marina D'or, ni fuimos a la playa... ni ná. Hicimos lo que mejor sabemos hacer: calentarnos. Y no se dio mal, oiga.

Ya os iremos contando...

martes, 1 de agosto de 2006

Tachenko

Y dale!, y venga con Tachenko!