jueves, 2 de agosto de 2007

Pringaos

Ren y Ma eran dos simples cajeros de una sucursal del Banco Agrícola de China, en una ciudad llamada Handan, relativamente cerca de Pekín.

Ren y Ma un día conversaban sobre lo divino y lo humano, y de repente se les ocurrió una idea que podría cambiar sus vidas: ya que eran los responsables de la caja fuerte, podrían entrar en ella, sacar un poco de dinero, y comprar con él tantos billetes de lotería que alguno de ellos tocaría y les permitiría devolver lo que habían "tomado prestado", quedándose con los beneficios si los había.

El resto de la historia ya te la puedes imaginar... o la puedes seguir leyendo.

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