El viaje a Praga (y IV)
El sábado, no se cómo, pero cada uno se despertó en su respectiva habitación. Hoy vamos a ir al Castillo de Praga, dijo alguno. Vale. El castillo de Praga se encontraba a unos 2-3 km. en línea recta de nuestro hotel. Eran las 12 de la mañana. Llegamos a las 6 de la tarde. Entre medias hubo pintas, muchas pintas. Luego llegamos al castillo ese, nos volvimos, y fuimos a una discoteca. Y el domingo poco más o menos. Y el lunes yo no podía ni moverme. Menos mal que el viaje no duró más.
El caso es que fuimos a unos cuantos bares, bastantes. Pero lo mejor es que os veais unas foticos para que saquéis vuestras propias conclusiones.
Aquí estamos con unos oncólogos japoneses, que según decían, venían de un congreso. Así da gusto ir de congresos. Llevaban un pedo que no se tenían. El del gorro no podía ni subir las escaleras del bar.
En Praga también hay futbolines.
Jacob y su espectáculo. Que no falte.
Y ya está. Si quieres saber más, te lo cuento en un bar.
Por cierto, Jacob vuelve a casa. ¿Comida en La Taurina el sábado?
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